Mucha Mierda Martes, 20 mayo 2014

Vergüenza: una obra arriesgada en un país discriminador

Estrenó Vergüenza en La Plaza (Larcomar) y se queda en cartelera hasta el 8 de julio.

Con esta obra, escrita por el dramaturgo norteamericano de padres pakistaníes Ayad Akhtar, la acuciosa Norma Martínez toma nuevamente las riendas de la dirección. La elección del texto, ganador de un Pulitzer en el 2013, es una apuesta bastante arriesgada para un país como el nuestro donde los contextos de discriminación son múltiples y muy polarizantes. La historia de Amir Kapoor (Miguel Iza) es la de un hombre que tiene que negar sus orígenes pakistaníes e islámicos para poder sobrevivir en el mundo de las grandes corporaciones norteamericanas post 11 de setiembre. Pero no se trata de una negación fácil, ni siquiera culposa, sino contradictoria. Al desesperado intento de occidentalizarse de Amir se contrapone el de “islamizarse” de su esposa Emily (Vanessa Saba)una artista norteamericana que encuentra en el Corán y en la historia del arte islámico motivos de inspiración para su pintura.

A lo largo de la obra, un cada vez más desesperado y angustiado Amir se debate entre la necesidad de agradar a su bufete de abogados del que espera ser socio (negando su origen), a su esposa (defendiendo a un sacerdote islámico injustamente encarcelado) y a su sobrino, un joven Pakistaní (Renato Rueda) que lo admira pero que no comprende su aparente antieslamismo y su negación total de su cultura. Con el desarrollo de la historia, un Amir (Miguel Iza) convincente, pero que tal vez se descontrola muy pronto, transitará de la tolerancia y la caballerosidad, a la impotencia y la ira. De la vergüenza de sus orígenes, al temor de descubrir el ser anodino, sin identidad, en el que se ha convertido. Lo acompaña en este proceso una Vanesa Saba menos sólida cuando se desata el drama en medio de una cena de amigos, pero que sí logra transmitir el desencanto de quien ha querido ver solo el lado naif y estético de lo que es en realidad un enorme conflicto entre mundos que no se entienden.

No. No hay salida para los personajes de Vergüenza porque, y en eso la puesta es buena, no hay cómo resolver el desprecio o la condescendencia que el discriminado encuentra en la mirada ajena. No hay tregua ni respiro para escapar del prejuicio. No hay manera de quedar bien con los demás sin quedar mal con uno mismo.

El riesgo, sin embargo, de poner una obra como esta en un país donde la discriminación está demasiado generalizada y extendida que ya no sorprende, es que no logran captarse ciertas sutilezas que serían evidentes para un público neoyorkino. La abogada de origen afroamericano y el curador de arte son dos personajes clave para comprender el dilema de Amir. Ella (Ebelin Ortiz) debería entender a Amir por la larga historia de discriminación que han sufrido los suyos, él (Leonardo Torres) por su espíritu progresista y tolerante propio de los intelectuales. Sin embargo, son las caras más duras de una falsa tolerancia. De un mundo donde todos luchan por encontrar su lugar y donde un perdido, un desubicado, es uno menos con quién competir.

A pesar de los esfuerzos de Ebelin Ortiz y Leonardo Torres, la complejidad de esos personajes se pierde por falta de contexto y el drama se intelectualiza demasiado y, curiosamente, se banaliza. No deja, sin embargo, de ser una obra bastante solvente que a uno lo deja pensando sobre las posibilidades de romper con las barreras y autocensuras que la discriminación impone. Uno no deja de percibir que la tolerancia puede ser un discurso hueco, que se traduce en gestos retóricos pero que no alcanza para salvar al ser humano de la vergüenza de tener que negarse a sí mismo para no verse reflejado en la mirada de rechazo del otro.

 

Ficha

Producción: Teatro La Plaza

Autor: Ayad Akhtar

Dirección: Norma Martínez

Elenco: Miguel Iza, Vanessa Saba, Leonardo Torres, Ebelin Ortiz, Renato Rueda.

Lugar: Teatro La Plaza

Temporada: Desde el 15 de mayo hasta el 8 de julio

Funciones: De jueves a lunes 8:00 p.m. y domingos 7 p.m.

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